Eléctrico

Comparativa: cargadores monofásicos vs trifásicos para uso residencial

28 de septiembre de 2025

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Instalar un punto de recarga en casa ya no es una opción exclusiva para early adopters: es una necesidad real y creciente entre los propietarios de vehículos eléctricos. Pero cuando llega el momento de decidir el tipo de equipo más adecuado, surgen muchas preguntas, y una de las más comunes es: ¿qué conviene más, un cargador monofásico o trifásico?

Esta elección no es trivial. El tipo de cargador que instales influirá directamente en el tiempo de carga, en la eficiencia energética de tu hogar y en la inversión que tendrás que hacer. Además, debe estar alineado con la instalación eléctrica existente en tu vivienda, el modelo de coche eléctrico que conduces y tus hábitos de uso diario.

En este artículo, desde ESMOVE, expertos en cargadores para coche en casa, analizamos en profundidad las diferencias entre ambos tipos de cargadores, sus ventajas y limitaciones, y en qué casos se recomienda cada uno.

¿Qué es un cargador monofásico y cómo funciona?

Un cargador monofásico es aquel que se conecta a una red eléctrica de una sola fase, que es el tipo de suministro más habitual en los hogares españoles. La tensión que maneja es de 230V y puede ofrecer potencias de carga que van desde 3,6 kW hasta 7,4 kW, dependiendo del modelo y del diseño de la instalación.

La gran mayoría de pisos y viviendas con instalación estándar utilizan red monofásica, lo que hace que este tipo de cargador sea muy accesible, tanto en términos técnicos como económicos.

Este cargador permite cargar un vehículo eléctrico de forma lenta o semi-rápida. Por ejemplo, con un cargador de 7,4 kW puedes recargar completamente una batería de 40 kWh en unas 6 horas, lo cual es ideal si recargas por la noche.

Ventajas del cargador monofásico para casa

Elegir un cargador monofásico tiene múltiples beneficios para usuarios residenciales:

  • Compatibilidad total: Funciona con la mayoría de instalaciones eléctricas domésticas, sin necesidad de modificar la red.
  • Instalación económica y sencilla: Requiere menos obra, cableado y protecciones que un cargador trifásico.
  • Ideal para usos urbanos: Si realizas trayectos cortos y cargas por la noche, su potencia es más que suficiente.
  • Versátil para híbridos enchufables: Estos coches tienen baterías más pequeñas, por lo que la carga con monofásico es más que adecuada.

En resumen, si haces un uso estándar de tu coche eléctrico y vives en una vivienda con instalación convencional, el cargador monofásico es una excelente opción.

¿Qué es un cargador trifásico y cuándo se recomienda?

A diferencia del anterior, un cargador trifásico se conecta a una red eléctrica de tres fases. Este tipo de suministro proporciona una tensión de 400V y permite alcanzar potencias más altas: entre 11 kW y 22 kW, lo que se traduce en tiempos de carga mucho más rápidos.

No todas las viviendas disponen de este tipo de instalación por defecto. Sin embargo, es habitual en chalets o viviendas unifamiliares que necesitan una mayor demanda energética, por ejemplo, para sistemas de climatización o electrodomésticos industriales.

Ventajas de los cargadores trifásicos para uso residencial

Un cargador trifásico es una solución más potente y escalable, ideal para usuarios con mayor demanda:

  • Carga más rápida: Puedes reducir el tiempo de carga a la mitad o incluso más, según el vehículo y el equipo instalado.
  • Apto para baterías grandes: Los vehículos eléctricos con baterías de 60–100 kWh se benefician enormemente de esta capacidad.
  • Mayor estabilidad de carga: Al distribuir la carga entre tres fases, se minimizan las caídas de tensión o picos de consumo.
  • Preparado para el futuro: Si tienes más de un coche eléctrico o prevés ampliar el sistema (por ejemplo, con placas solares), esta opción te da más margen.

Eso sí, su instalación es más compleja y puede requerir ampliar la potencia contratada, lo que implica un estudio técnico previo.

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Cargador monofásico vs. trifásico: comparativa técnica y práctica

Elegir entre uno u otro depende de muchos factores. A continuación, te mostramos una comparativa clara entre los cargadores monofásicos vs. trifásicos, para ayudarte a ver cuál se adapta mejor a tus necesidades:

Característica Cargador Monofásico Cargador Trifásico
Tipo de red eléctrica 1 fase / 230V 3 fases / 400V
Potencia habitual 3,6 – 7,4 kW 11 – 22 kW
Velocidad de carga Media (6–10 h) Alta (2–5 h)
Compatibilidad Alta Solo si hay instalación trifásica
Complejidad de instalación Baja Media-Alta
Coste de instalación Menor Mayor
Ideal para Usuarios urbanos, híbridos PHEV Usuarios intensivos, baterías grandes
Requiere obra adicional No, en la mayoría de casos Sí, si hay que adaptar la instalación

Esta comparativa te permite tener una visión global, pero la decisión final debe basarse en un análisis más personalizado.

¿Cuál te conviene más? Factores para decidir

Elegir entre un cargador monofásico vs. trifásico no es simplemente una cuestión de precio o potencia: es una decisión que debe tomarse en función de tus necesidades reales, tu tipo de coche, tus hábitos de conducción y las características eléctricas de tu vivienda.

Aunque ambos tipos de cargadores son técnicamente válidos para el entorno doméstico, sus prestaciones están orientadas a perfiles de usuario distintos. Por eso, a continuación desglosamos los factores clave que debes analizar antes de tomar una decisión.

Tipo de coche eléctrico y capacidad de batería

La capacidad de la batería de tu vehículo es uno de los factores más determinantes a la hora de elegir un cargador.

Híbridos enchufables (PHEV)

Estos vehículos combinan un motor térmico con una batería de entre 8 y 15 kWh, lo que les otorga autonomías eléctricas de entre 30 y 60 km. Su tiempo de carga suele ser de 2 a 4 horas con un cargador monofásico, por lo que no requiere más potencia para mantener una rutina de uso normal.

Recomendado: cargador monofásico (3,6 kW – 7,4 kW).

Eléctricos puros (BEV)

Los vehículos eléctricos puros tienen baterías de mayor capacidad, que van desde 40 kWh hasta más de 100 kWh en modelos de gama alta. Esto permite autonomías reales de 300 a 500 km, pero también implica tiempos de carga más largos si no se dispone de una instalación adecuada.

Aunque es posible cargar con monofásico si se hace durante la noche, en muchos casos un trifásico puede reducir el tiempo de carga a la mitad o menos.

Recomendado:

  • Monofásico si se carga por la noche y no hay prisa.
  • Trifásico si se requiere agilidad y cargas frecuentes.

Coches de gama alta o con carga trifásica nativa

Algunos modelos de alta gama (como Tesla Model S, Audi e-tron o BMW iX) ya están preparados para admitir carga trifásica de serie. En estos casos, instalar un cargador trifásico te permite aprovechar al máximo la tecnología del coche, mejorar el rendimiento del sistema y acelerar notablemente los tiempos de carga.

Recomendado: cargador trifásico (11 – 22 kW), si la instalación eléctrica lo permite.

Uso diario y hábitos de recarga

Tus desplazamientos diarios, el tiempo disponible para cargar y tu planificación de uso del coche son claves para elegir la mejor opción.

Usos urbanos o trayectos cortos

Si haces recorridos de 20 a 50 km al día y puedes dejar el coche cargando por la noche, un cargador monofásico te dará la autonomía necesaria sin problemas. Además, este tipo de carga es más estable y menos exigente para la red eléctrica.

Ideal si recargas principalmente por la noche, sin urgencias.

Usos intensivos o necesidad de recarga rápida

Si necesitas cargar el coche varias veces por semana, compartes el coche con otros usuarios, haces viajes frecuentes o simplemente no puedes dejar el vehículo tantas horas cargando, un cargador trifásico es la mejor solución.

Su mayor potencia permite recargas más rápidas y flexibles, adaptándose a una vida más activa o profesional.

Ideal para profesionales, familias con dos vehículos o usuarios exigentes.

Tipo de instalación eléctrica en tu vivienda

Este es probablemente el factor más limitante desde el punto de vista técnico. No todos los hogares están preparados para soportar un cargador trifásico.

Instalación monofásica

Es la más común en España, especialmente en pisos, apartamentos y edificios antiguos. La mayoría de estos hogares tienen entre 3,45 kW y 5,75 kW de potencia contratada, lo que hace que un cargador monofásico sea la opción más lógica.

No requiere obras ni cambios de contrato, y se puede integrar fácilmente en la red doméstica existente.

Recomendado: cargador monofásico (simple, económico y suficiente para la mayoría).

Instalación trifásica

Se encuentra con mayor frecuencia en chalets, viviendas unifamiliares o casas con instalaciones eléctricas más modernas. Si tu vivienda ya tiene trifásica, puedes instalar un cargador de hasta 22 kW y aprovechar todo el potencial de carga rápida.

Si no la tienes, podrías solicitar el cambio, pero este proceso implica:

  • Trámite con la distribuidora eléctrica.
  • Posible cambio de cuadro eléctrico.
  • Costes adicionales en la potencia contratada.

Recomendado: cargador trifásico, si ya cuentas con esta instalación o estás dispuesto a invertir en adaptarla.

En ESMOVE, realizamos un estudio técnico gratuito para evaluar tu tipo de instalación, tus necesidades reales y ayudarte a tomar la decisión más eficiente, segura y rentable para instalar tu cargador para coche en casa.

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¿Necesitas ayuda para elegir el mejor cargador para tu hogar?

La elección entre un cargador monofásico vs. trifásico puede parecer técnica y compleja, pero con el asesoramiento adecuado, el proceso se simplifica al máximo. En ESMOVE somos especialistas en la instalación de cargadores para coche en casa, y te ayudamos a elegir la opción más eficiente, económica y adaptada a tu estilo de vida.

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